APERTURA DE SESIONES
¿Golpe en la mesa o abandono? Lógica institucional versus narrativa anticasta. El paso del único héroe en este lío y el desafío Lula. ¿Local o visitante?
El faltazo masivo de la oposición, que dejó a Javier MIlei hablando virtualmente solo ante una Asamblea Legislativa semivacía, marcó el escenario de la ceremonia de apertura de sesiones ordinarias del Congreso y dejó una pregunta que acepta respuestas contrapuestas: al final de la noche muy agitada del domingo, ¿quién ganó?
Según las matemáticas de la patria de la crónica parlamentaria, confinada a balcones lejanos por orden del Presidente y de su hermana, Karina Milei, el mandatario se presentó ante un hemiciclo apenas cubierto por el 42% del pleno de las dos cámaras. Sólo unas 140 de las 329 bancas que suman el Senado y Diputados estuvieron ocupadas: las llenaron el oficialismo y una delegacón heterogénea de bloques no formalmente oficialistas pero afines y opositores que muñequean el cartel de dialoguistas -la avenida Miguel Ángel Picheto-.



