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Imagen: captura de redes sociales, ilustrativa de la proliferación de memes sobre el escándalo que sacude al Gobierno.
La Argentina, que nunca es un dechado de estabilidad, está especialmente puesta patas para arriba a apenas dos semanas de las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre y a nueve de las legislativas nacionales del 26 de octubre. El Karinagate, el caso por las supuestas coimas que fluirían desde la Andis (Agencia Nacional de Discapacidad) –y probablemente no sólo desde la Andis– hacia la cúpula máxima del poder deja en suspenso los cálculos vigentes hasta ahora sobre lo que podría ocurrir en esas citas.
Para complicar más la prospección, la realidad guarda todavía secretos que podrían hacer que la crisis derive en algo mucho más grave que lo electoral. Si Diego Spagnuolo se convirtiera, como se especula, en un arrepentido de la Justicia, el caso podría mutar, más que en una crisis electoral y política, en una directamente institucional. ¿Podría haber Javier Milei sin Karina Milei o, si se prefiere, Moisés sin Aarón?
¿Encontrará el Gobierno la droga para convertir la enfermedad grave del Karinagate en una crónica y sobrellevable? ¿O, en cambio, quedará preso de un dilema de hierro: impacto electoral inmediato, o larga sangría y crisis imprevisible?
En su columna dominical para Letra P, Gabriela Pepe aludió, siempre intuitiva, al clásico de los procesos electorales estadounidenses conocido como October surprise y se pregunta si el Karinagate no podría considerarse una suerte de "sorpresa de agosto" a la criolla.
Los estudiosos de las campañas señalan que la ocurrencia de esos cisnes negros –que pueden ser cualquier cosa, desde eventos domésticos o internacionales conmocionantes hasta operaciones políticas o la revelación de escándalos– maximiza sus efectos si se producen entre dos y tres semanas antes de una cita en las urnas. En principio, bingo.
Así lo notó en X el politólogo y consultor Julio Burdman, cosa de la que se hizo eco el también señalado –por este caso y varios más– Martín Menem, como si el oportunismo de las cloacas de la política eximiera de responsabilidades a quienes quedan expuestos por ellas.
