Dólar arriba y activos argentinos abajo por la precaria explicación oficial sobre las supuestas coimas en la ANDIS. Inestabilidad económica y endeblez política.
Las filtraciones de Diego Spagnuolo y la débil reacción del entorno de Javier Milei, de Karina Milei y de los primos Menem para contener daños son otra mancha en la relación oscilante del Gobierno con los mercados. Las caídas de bonos y acciones y la suba del dólar tienen una lectura política: no es riesgo kuka, es riesgo Milei.
El riesgo Milei no es solo la acumulación de episodios oscuros en el manejo de las cajas del Estado. Los desmanejos no sorprendieron a banqueros de inversión y empresarios que escucharon distintos actividades en las que una aparición de la “estrella de rock” -como define Toto Caputo al Presidente- o una foto o una comida se pagaban en dólares cash para financiar la aventura electoral.
El riesgo Milei, en la mirada del mercado, tiene más que ver con la falta de rumbo claro para administrar una economía precaria. Con el ajuste no alcanza: hacen falta dólares.
Milei pudo acumular reservas a fines de 2024, con el exitoso blanqueo de capitales, pero la ventanilla para comprar divisas le duró un suspiro al Banco Central.
Y pudo, sobre todo, juntar dólares cuando abrió el cepo, con la venia del FMI. El programa que acordaron Economía y el Fondo y comunicó el BCRA dice explícitamente que la autoridad monetaria puede comprar dólares dentro de la banda. Milei dijo desde el primer día que el Central no iba a hacerlo.



