EFECTO PALIZAS
El Jefe será la jefa, el asesor será el coordinador estratégico y la legisladora porteña, el contacto con las provincias. Era la función del riojano.
Este nuevo "triángulo de hierro" es el mismo que administró la campaña porteña de mayo, la única instancia del año electoral en la que LLA consiguió una victoria 100% propia, en la que llevó de candidato al vocero Manuel Adorni. Es su principal argumento de promoción, pero la reedición del trío esconde mucha más información que el mero antecedente.
Primero, lo obvio: la silla reservada para el asesor presidencial, quien hasta la paliza en la provincia de Buenos Aires había sido apartado de las campañas. El purismo karinista lo había desplazado del armado de las listas, que ejecutaron los Menem (Martín y Lule). Con la derrota por más de 13 puntos en territorio de Axel Kicillof, el Presidente subió a Caputo al escenario del búnker libertario en Gonnet. Fue un promesa velada sobre la introducción de cambios rumbo a octubre.
A menos de dos semanas, hubo pocos. La Casa Rosada publicitó la conformación de una seria de mesas políticas, mientras Las Fuerzas del Cielo -auspiciadas por Caputo en sus orígenes -reclamaban cambios más profundos. El Gordo Dan pidió sin vueltas las renuncias de Lule Menem y Sebastián Pareja, el armador karinista en la provincia.


