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Trump lanza un salvavidas a Milei en Argentina
FEDERICO RIVAS MOLINA
Los últimos siete días han sido de vértigo en Argentina. A mediados de la semana pasada, ya era evidente que el Gobierno de Javier Milei tenía perdida su batalla por mantener al peso con vida. Los mercados le habían quitado su apoyo y, temerosos de la capacidad de pago de un Banco Central sin reservas, se apuraron a desprenderse de sus bonos argentinos de deuda. El resultado fue una disparada del riesgo país hasta los 1.500 puntos, una cifra que triplicaba la de enero pasado, y un ataque especulativo contra el peso. El Gobierno tuvo que vender en solo tres días 1.100 millones de dólares para sostener la moneda, que ya había perdido 21% de su valor durante los últimos tres meses.
La respuesta de Milei a la semana negra fue de manual: la crisis era producto del miedo de los mercados a un regreso del peronismo al poder. La victoria de ese partido en las elecciones locales celebradas el 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires hizo temer un resultado semejante en las legislativas nacionales del 26 de octubre próximo. Una derrota, advirtió Milei, desataría el caos del populismo y Argentina entraría en un callejón repleto de calamidades. Tan creíble sonó, que el dinero huyó en estampida y mostró, en cuestión de horas, la fragilidad del modelo de ajuste del ultraderechista: un Banco Central sin capacidad para acumular reservas, un tipo de cambio con el peso sobrevaluado y un mercado sin circulante, todo en nombre del combate de la inflación.
Cuando todo parecía perdido, y la oposición, hasta ahora hundida en sus propias rencillas, celebraba con entusiasmo las desventuras del libertario, asomó la mano generosa de Donald Trump. El republicano recibió a Milei el martes durante un alto en la Asamblea General de la ONU, en Nueva York, y dejó por escrito que lo consideraba “un líder verdaderamente fantástico y poderoso para el gran pueblo de Argentina”, que ha avanzado “en todos los niveles a una velocidad récord”. Incluso le ofreció “un completo y total respaldo” para su “reelección como presidente”, pese que faltan más de dos años para las generales.
Tras las palabras de aliento, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, avanzó con lo que Milei realmente esperaba: una rescate financiero, que si todo avanza según el plan, se otorgará mediante un swap (intercambio de monedas) de 20.000 millones de dólares y la disposición a comprar bonos de la deuda argentina “luego de las elecciones” de octubre. Bessent no aclaró que sucedería con la ayuda si vuelve a ganar el peronismo y el plan económico de Milei, ya sin el apoyo popular del que se jactaba el libertario, queda en un limbo. Por ahora, la apuesta es que Milei gane esas elecciones, ahora que tendrá armas para controlar el tipo de cambio y contener la inflación. Después del 26 de octubre, ya será otra historia.
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